Este es el segundo discurso que el Buda entregó al grupo de los cinco ascetas, en el cual discute el principio de anatta (la ausencia del yo sustancial) y demuestra que en ninguno de los cinco cúmulos del apego (khandhas) pueda haber sustancia alguna que permitiese justificadamente identificarse con él (debido a su relevancia histórica y doctrinal este sutta no contiene abreviaciones).
Monjes, la forma es el no-ser. Porque, monjes, si la forma fuera el ser, no conduciría a la aflicción y sería posible conseguir eso de la forma: ‘que la forma sea de esa manera o que la forma sea de otra manera’. Pero como la forma es el no-ser, conduce a la aflicción y no es posible conseguir eso de la forma: ‘que la forma sea de esa manera o que la forma sea de otra manera’.
Monjes, la forma es el no-ser. Porque, monjes, si la forma fuera el ser, no conduciría a la aflicción y sería posible conseguir eso de la forma: ‘que la forma sea de esa manera o que la forma sea de otra manera’. Pero como la forma es el no-ser, conduce a la aflicción y no es posible conseguir eso de la forma: ‘que la forma sea de esa manera o que la forma sea de otra manera’.
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